Tras la explosión, el silencio. Tras la huida, el olvido. Rosas chinas sobre la tumba de Chopin. Entonctrar consuelo en tumbas de muertos célebres es tan raro como buscar los secretos del arte por los caminos de un cementerio. El parisino de Père-Lachaise es el escenario de este peculiar canto a la vida desde donde habita la muerte.