Programa 5

Fuglefængere på Færøerne
Erik R. Knudsen
Dinamarca, danés, silente, 1950, 12 min
 
La Chasse au lion à l'arc
Jean Rouch
Francia, francés, 1965, 81 min
 
¿Cómo era la caza sin fusiles desigualadores? ¿Cómo era la naturaleza cuando no nos habíamos excluido de ella? ¿Ordinaria, quizás? En las islas Feroe apenas se puede cultivar la tierra, así que los humanos dependen de los animales. Animales como el arao común, ese pingüino volador al que fastidiaban (y se comían) las gaviotas en Trut! Aquí, además, lo fastidian los feroeses, que se descuelgan con un riesgo no menor para sus vidas por los acantilados y cazan unos pocos cada vez. Los humanos, depredadores peor dotados que las gaviotas, necesitan cuerdas, gorros (por coquetería), una estaca, una red y ser varios, el que se descuelga y los que sujetan al que se descuelga. Y las crías de humano aprenden con orgullo este pequeño arte, esta forma de relación que no acabará con la relación: sobre el mar, los araos siguen volando a miles.
Y ahora, niños, escuchad la historia de los cazadores del león con arco... En unas rocas, los «hombres de antes» se retrataron y retrataron a los animales que cazaban. Estamos cerca de la frontera entre Mali, Níger y Burkina Faso, en «el país de ninguna parte», en continuidad con Altamira y sus bisontes y South, y esta historia es para nosotros, los humanos de después. En el país de ninguna parte la naturaleza es ordinaria, granjeros y pastores conviven con los leones, los llaman por su nombre, los conocen. Los leones sólo atacan a las vacas enfermas. Extraordinariamente, un león mata una vaca sana y, para restablecer el orden, hay que acudir a los Gao, los cazadores. Preparar la caza lleva tiempo. Muchísimo tiempo. Fabricar arcos, flechas, trampas, el veneno «boto». El árbol que da los frutos para fabricar el veneno crece a quinientos kilómetros de donde están. Allá que van. Luego, durante la caza, todo reclama atención; una atención doble, pues todo es signo. Fracasan, paran, alguien del grupo muere y los libera, recomienzan. Y, sólo al final, cazan. Y hacen de cada animal cazado un difunto, cantan y piden perdón, tienen toda clase de consideraciones hacia ellos y Rouch filma la realidad de esta relación, más real incluso que cazadores y animales por separado. Consideraciones hacia lo que se mata y se come, precisamente porque se mata y se come. Los Gao volverán a casa con un corazón flechado, la historia se repartirá en historias, cuando los niños crezcan, ya nadie cazará el león con arco.
Programa 5
Promueve
Gobierno de Navarra
Organiza
NICDO
Con la ayuda de
Con la financiación del Gobierno de España. Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales Acción Cultural Española Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia Financiado por la Unión Europea. NexGenerationEU
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