PONER EL CUERPO
Las películas de Laida Lertxundi son a menudo descritas como “personales”, una interpretación bastante común del trabajo de cineastas mujeres, y a la que ella se ha resistido durante mucho tiempo. Sin embargo, en trabajos recientes, como 025 Sunset Red y Vivir para Vivir, ha decidido con firmeza “ir a lo personal”, utilizando su propio cuerpo como sitio para la producción artística. Expresiones corporales, tales como la sangre menstrual, un cardiograma, un orgasmo, se han con- vertido en “materiales” de la misma manera que sonido, paisaje, atrezo, dispositivos de grabación, en su trabajo anterior. Este programa presenta el trabajo de seis mujeres artistas y cineastas (Bas- ma Alsharif, Abigail Child, Mary Helena Clark, Maya Deren, Laida Lertxundi & Ana Vaz) que sitúan a la narrativa con y desde dentro del cuerpo. Incluso cuando tratan de incorporeidad, todas estas películas afirman lo “corpóreo”, esbozando la posibilidad de un cine encarnado.
María Palacios Cruz
ME ASOMBRO DEL CIELO SEA CUAL SEA SU APARIENCIA
La voluntad científica de registrar con precisión un tránsito de Venus llevó al astrónomo Pierre Jans- sen a diseñar un novedoso artilugio, el “revólver fotográfico”, que permitía la captación sucesiva y veloz de imágenes. El éxito fue relativo: no pudo fotografiar el tránsito de 1874 con tanta exactitud como deseaba, pero su revólver acabó siendo el más habilidoso antecedente del cinematógrafo. La vinculación entre cine y astronomía viene, pues, de antiguo, y en justa correspondencia la fascina- ción por el cielo ha estado presente desde el principio en la(s) pantalla(s). Muy especialmente en la tradición experimental, siempre afín al asombro y la gratitud por la belleza del cosmos.
Martín Pawley