Más allá de la actualidad, la memoria del cine, la mirada transversal, la apuesta por la reflexión. Desde su primera edición, Punto de Vista entendió que una de las principales responsabilidades de cualquier festival es trabajar codo con codo con el público, invitándole a reflexionar sobre el cine y profundizar en su conocimiento. Por eso, ha abierto espacios a nombres, corrientes, países o tendencias sobre las que detenerse con calma.
Todas las películas están hechas de tiempo, pero hay algunas que tienen más tiempo que otras. Este programa rinde homenaje a estas últimas y se centra en filmes que interrogan, discuten, elogian, danzan o tratan de derrotar el paso de las horas, los días y los años.
El cine de Jean-Daniel Pollet es una invitación al viaje, dentro de un equilibrio de opuestos en permanente tensión: inmovilidad y trance, rostro y paisaje, imagen y palabra, viaje y encierro. ¿Cómo pensar la filmografía de Pollet? Quizá con la clave del permanente trabajo de reescritura, de montaje a partir de unas pocas piezas repetidas obsesivamente, como Cézanne repitió su montaña Saint-Victoire: siempre la misma, siempre diferente.