La relocalización de una fábrica de Finlandia a China es el escenario para que esta pareja de artistas reaccione con un corto que esconde inteligencia y una profunda denuncia en su aparente simpleza. Vemos los espacios que quedaron vacíos en Europa. Oímos las voces que desde China nos cuentan las razones del traslado. En esa disociación está todo: mano de obra barata, condiciones más duras de trabajo y un escenario que queda vacío y establece un puente entre dos mundos por donde pasa el ser humano con su ambición, su progreso y otras locuras.