Un retrato íntimo de la vejez a través de las historias de dos mujeres octogenarias, las abuelas de la cineasta. Mientras la cámara da cuenta de los gestos y la materialidad de los cuerpos que envejecen, nos hablan de sus vidas, del paso del tiempo y de la muerte. La cineasta las acompaña en dos viajes a sus raíces; uno al mar de la costa gallega, de donde Manolita emigró hace más de cuarenta años; el otro, al pequeño pueblo navarro de Lerga, la tierra donde nació María Jesús y a la que volverá cuando muera.